La biblioteca

 

Historia de la Biblioteca Pública de Pontevedra

La Biblioteca Pública de Pontevedra tuvo su origen en el Instituto Provincial de Segunda Enseñanza de Pontevedra, creado en 1845 en el que fuera el antiguo Colegio de la Compañía de Xesús (Edificio Sarmiento, Museo de Pontevedra). En sus salas altas se almacenaban los fondos bibliográficos procedentes de los monasterios desamortizados de la provincia, fue así como poco a poco se fue formando una pequeña biblioteca que abrió por primera vez al público el 2 de febrero de 1849. Con el paso del tiempo, la colección inicial creció con cargo a las subvenciones regulares que recibía de la Diputación, tomando el carácter de biblioteca provincial el 3 de marzo 1869.

La situación de la biblioteca en los albores del siglo XX fue muy inestable. El 9 de julio de 1907 la Comisión Provincial acordó su traslado a la Sala de quintas del Pazo Provincia y en 1920 la llevaron a unos locales en la Delegación de Hacienda, donde permaneció cerrada durante una década.

La biblioteca reabrió al público en junio de 1931, cuando fue trasladada al Instituto de Enseñanza Media de Pontevedra (IES Valle Inclán). En 1960 volvió a cambiar de sede, esta vez se instaló en la Casa de los Fonseca junto con el Archivo Histórico Provincial. La insuficiencia de este local hizo que en 1984 el Ministerio de Cultura adquiriese un solar de 1.456 m² en la calle Alfonso XIII, en él se construyó el edificio que ocupa la biblioteca en la actualidad, que se inauguró el 21 de enero de 1988.

En 1981 el Estatuto de autonomía de Galicia estableció en su artículo 32 que le correspondía a la Comunidad Autónoma la defensa y promoción de los valores culturales del pueblo gallego, y en el 27.18 le atribuye a la Comunidad Autónoma la competencia exclusiva sobre las bibliotecas de interés de la comunidad, sin perjuicio del dispuesto en el artículo 149.1.28.ª de la Constitución. Para satisfacer estos mandatos constitucionales y estatutarios, el Parlamento de Galicia aprobó la Ley 14/1989, de 11 de octubre, de bibliotecas, que por vez primera reguló el sistema bibliotecario gallego con voluntad de coherencia y sistematización de las políticas públicas en materia de bibliotecas de Galicia. Con posterioridad, la Comunidad Autónoma asumió la gestión de la Biblioteca Pública de Pontevedra y de las demás bibliotecas de titularidad estatal situadas en Galicia, en virtud de los convenios de transferencia de gestión firmados con el Gobierno central el 5 de diciembre de 1989.

Por Orden de abril de 1995 la Biblioteca Pública de Pontevedra pasa a llamarse "Biblioteca Pública de Pontevedra Antonio Odriozola" en honra al ilustre bibliógrafo Antonio Odriozola Pietas, cuyos estudios sobre la historia del libro y de la imprenta, y la su erudición se dieron a mano para acercar importantísimos descubrimientos tipobibliográficos, convirtiéndolo en una de las figuras más singulares de la bibliología española y de la cultura gallega, situando a Galicia y más concretamente a Pontevedra como punto obligado de referencia para los más importantes bibliólogos del mundo.

 

Misión

Ser un centro de acceso al conocimiento, a la información y a la cultura desde la perspectiva de un servicio público local.

Queremos crear un espacio abierto de convivencia, comunicación, información, promoción de la lectura y aprendizaje.

 

Visión

Aspiramos a ser una biblioteca con procesos ágiles e innovadores que brinden servicios públicos de calidad, acomodados a las necesidades de nuestro usuariado y de la comunidad a la que servimos.

 

Objetivos

— Formar un plan para alcanzar una cultura de trabajo basada en la planificación estratégica y la evaluación de resultados para consolidar una mejora en la calidad de los servicios.

— Elaborar un plan de difusión y comunicación de la biblioteca.

— Crear un sistema de comunicación interna.

— Establecer un plan de formación para contar con un plantel con la cualificación profesional adecuada.

— Poner en funcionamiento un plan para la adecuación de espacios, instalaciones y equipación para mejorar los servicios.

— Potenciar la biblioteca para convertirla en el centro cultural de la comunidad, queremos ser un lugar de encuentro donde se proporcione acceso a la cultura y al ocio.

— Desarrollar un plan de formación para el aprovechamiento de las nuevas tecnologías.